lunes, 5 de septiembre de 2011

¿Influye nuestro estado de ánimo en como nos vestimos?



¿Quién no ha sentido la pura necesidad de vestirse para matar? ¿será que este día nuestro nivel de feromonas esta por las nubes, ¿o será que este día nos sentimos más sexis?


¿alguna vez no habéis sentido el placer de calzar unos tacones? ¿Será que sin ellos nos sentimos menos agraciadas? independientemente si somos altas o bajas, ellos marcan nuestros pasos con un estilo diferente, tanto si suenan como no,le aportan un movimiento sensual a nuestras caderas, y una forma más alta de ver el mundo...


¿Y el placer de un maquillaje? ¿Reflejamos en los colores, las sombras y el eye-liner nuestro lado más creativo?


¿Y la mágica sensación de ponerse un perfume? ¿Es este la proyección de nuestro yo más escondido?


¿Y el gusto de estrenar un nuevo conjunto de lencería de encaje? No importa que guapa te sientas, ni si te sobra de aquí o de allí, o si te falta de algún sitio, pero te sientes SEXY, te sientes.... con alas para volar


¿será que nuestro lado más salvaje, nuestro parte animal influye en ello?


miércoles, 3 de agosto de 2011

Soy Mujer

Maquillo mi fealdad y la hago hermosa
Creando armonía con mi vida. Soy mujer.
Visto las lágrimas de esperanzas,
Y doy nuevas ansias a una ilusión. Soy mujer.
Creo un amor en mis entrañas
Que acompaña mi soledad. Soy mujer.
Creo en un mejor mañana,
En la sonrisa verdadera. Soy mujer
Sueño con la dicha de encontrar lo que quiero,
Y voy en la espera de poder obtenerlo. Soy mujer.
No me conformo ante las limitaciones humanas,
Lucho por tener alas, lucho por volar. Soy mujer.
Pregunto sin miedo el por qué de las cosas,
Y busco una vida mejor que la mía. Soy mujer.
Crítico las rutinas que no llevan a nada,
Vivo para crear y destruir lo que es mío. Soy mujer.
Soy dueña del masoquismo que me insita recordar,
Lo que por más que intente ya no volverá. Soy mujer.
Voy tejiendo fantasías en donde no conozco el llorar,
Y las mezclo con mi identidad, mi realidad. Soy mujer.
Me rindo lentamente a un te amo,
Y fácilmente me resigno al abandono.
El olvido cual dueño de todo
Me hace esclava al recuerdo. Soy mujer
Me entrego sin excusas
Sin miedos, sin pretextos. Soy mujer.
Envuelvo la pasión y la ternura,
Y si quiero las demuestro sin censura. Soy mujer.
Libre en la esclavitud.
Esclava de la libertad. Soy mujer.
Grito sin voz para ser escuchada,
Entre esta soledad, silencio pude contestar. Soy mujer
Vengo de la naturaleza que creó mi cuerpo.
Vengo del viento que me dio libertad.
Vengo del mar que creó en mí la locura,
Vengo de la Luna que me donó serenidad…
Soy mujer.
Vengo de una costilla que me obliga amar
Que naufraga mi vida en soledad.
Que me roba la inocencia de creer volar,
Que me llena de malicia para aceptar mi realidad.
Soy mujer. Serena, loca, tranquila.
Apasionada, niña, valiente, querida.
Soñadora, cobarde, símbolo, sabia.
Muñeca, inspiración, creadora, tierna.
Lo soy todo y no lo soy nada
Pero entre tanto desdén
Entre tanta encrucijada,
Soy mujer.


viernes, 22 de julio de 2011

¿Qué tan dispuestos estamos a sufrir por alguien?


No se quien es el autor de este relato, pero aquí os lo dejo:

¿Cuál es el límite? La respuesta es personal e intransferible.
La egoísta sensación de merecer que surge por el hecho de dar, no es siempre egoísmo o utilitaria generosidad, sino auténtica dignidad.
Cuando damos lo mejor de nosotros mismos, cuando decidimos compartir nuestra vida en intimidad, cuando abrimos nuestro corazón de par en par y desnudamos nuestra alma hasta el último rincón,cuando perdemos toda vergüenza, cuando los secretos dejan de serlo, al menos merecemos comprensión, existe merecimiento.
Por supuesto que merecemos en virtud de honesta y franca dignidad.
Que se menosprecie, ignore, olvide o desconozca fríamente el amor que regalamos a manos llenas es desconsideración, vileza del ser, o, en el mejor de los casos, ligereza.
Cuando amamos a alguien que, además de no correspondernos, desprecia nuestro amor, estamos en el lugar equivocado.
Definitivamente, esa persona no se hace merecedora del afecto que le prodigamos. Con una nueva conciencia la disyuntiva empieza a dejar de serlo, la cuestión empieza a hacerse clara y transparente, obvia: si no me siento bien recibido en algún lugar, empaco y me voy.
Nadie de corazón sensato se quedaría tratando de agradar o disculpándose por no ser como les gustaría a los otros que fuera. R.W. Emerson lo expresó de sublime manera: “La verdad es más hermosa que el fingimiento del amor”.
En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame, y menos aún, quien te lastime.
¡Haz surgir una nueva conciencia en ti! Incluso, si alguien te hiere reiteradamente sin “mala intención” – este absurdo existe – es posible que te merezca, pero en verdad no te conviene. Definir tus límites, basados en tu dignidad, es el mejor modo de conservar tu…
¡Emoción por existir!

martes, 19 de julio de 2011

Cocktail de palabras

Olvidar es casi imposible, el amor esta en aire, el vino es dulce pero también amargo, la risa es fresca, el calor es humano, la pasión es un vertedero de emociones, la luz es vida, la oscuridad es amargura, las emociones son armas. Cualquier día puedes tener que volver a empezar, el optimismo es sabroso, el pesimismo un mar de lágrimas, la fe mueve montañas, las cosas de la vida te pueden cambiar, la autoestima es la base de todo, la felicidad es una batalla diaria que me gusta pelear, la amistad puede ser superflua, las emociones te pueden enamorar, los sentimientos te pueden aniquilar, la lágrimas son necesarias, la verdad mi más dulce amistad, la tristeza es amarga, el sol siempre vuelve a brillar, las comparaciones son odiosas, las personas son humanas...