Él, el hombre que no le gustaba su perfume.
Él, el hombre que quería cambiar su ropa interior.
Él, el hombre de “¡…y lo que te espera!”.
Él, el hombre que señalaba sus defectos.
Él, el hombre de 52 años de experiencia.
El fiel creyente poseedor de un cupón de descuento para juzgar sus 38 años de rebeldes ecuaciones.
Ella, la chica con paleta de 38 colores de dudas tatuadas en sus ropajes.
Ella y sus formas de cuestionarlo todo.
Ella, la chica de las relaciones difíciles.
38 notas musicales de silencio fueron la partitura de la forma de sus modos.
El recurrido no me acuerdo, de algo que fue una broma.
15 días, 52 maneras de juzgar, y 38 formas de narrar una despedida.