
El cocktail de palabras que salen de una boca que sabe de lo que habla y sabe lo que dice, un cocktail lleno de bonitos ofrecimientos encantados pero que nunca tocan su fin, inimaginables aventuras extrapoladas a un mundo que para nada pensaría que podrían llegar a ser reales... infinitas apuestas de cariño a puertas cerradas.
Un yo quiero pero ahora no, un yo quiero cuando yo quiero no cuando tu quieras, un si vendré pero no puedo esta vez, una maravillosa serpiente de cascabel que te seduce pero que se resbala si la quieres coger.
La necesidad personal se disfraza de hipocresía para manejar la cuerdas de la inocente marioneta que no maneja las palabras de artificio para conquistar, si no simplemente su yo al desnudo que le gusta más.
Un yo interno turbulento que lo respira hasta el perro de la calle que ve pasar, un interior desnudo que se disfraza cada día para poderlo superar, un sin fin de elogios estudiados o que salen sin pensar, que lo único que hacen es difuminar su personalidad.
Un cariño que existe pero con el tiempo desvanece, para sólo oír y no escuchar palabras de artificio que no valen la pena ni para cantar
Una maravilloso mundo que nunca dejaré que se disfrace de insignificantes palabras de artificio para que te pueda amar.
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