lunes, 21 de marzo de 2016

Las aventuras a Nunca Jamás


Y de pronto despiertas del sueño, de este veneno letal, ... no fue necesario el beso del príncipe.

Te lavas la manchas de oxido, tiras tus creencias a la borda, y de vuelta a empezar.

Más sabia, más experta, menos miedosa. Terminas el cuento... ¡¡¡colorín colorado!!!!

No hay malvadas brujas. No hay sapo que ningún beso convierta en príncipe, no hay Caperucitas, ni lobos feroces.  No hay veloces Correcaminos, no conocí a Blancanieves. Cenicienta fue a la fiesta, sin esperar conocer a ningún príncipe, el zapato no era de cristal y nunca jamás se lo dejó olvidado.
No hubo carroza mágica, ningún reloj marcó las doce.

Peter Pan y Campanilla, dejan una vez cada año el País de las aventuras, para visitar a Wendy, en el País de la verdad.

Wendy, aunque lo echa de menos, es demasiado mayor y sabia para verlo.

¿Fantasia o realidad?

Fuiste el precioso final, y/o el exuberante inicio de un cuento, donde el príncipe era azul, y nunca hubo beso que lo convirtiera en Rey. No hubo princesa, pero si un Ángel..

Este Ángel, ¡me acaba de despertar!

Muerte/ Vida / Muerte - ¿Que tan preparados estamos para poderlo afrontar?.

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