Y volveré a tropezar contigo, o simplemente alguien me hablará de ti, pero ya no serás tu, serás otro. No por que tu seas otro, si no por que yo te sentiré otro, menos cercano, más lejano ¡diferente!...te sentiré con cariño, me alegrará saber que estas bien, y me entristeceré que me cuente que te encuentras mal, de echo, ¡¡me duele oír que estas mal!!, pero solo por que ¡¡una vez te amé tanto!!, pero incluso esas huellas con el tiempo se borraron de mi, y ya nunca más serás tu como yo te vi y te sentí...serás otro, pero ese otro que quiero que sea feliz.
Tu, nunca más serás aquel TU. Ese TU murió dentro de mi...Yo, nunca más seré el YO que yo fui para ti, ese también lo dejamos partir.
Tu y yo, no éramos un tu y yo cualquiera, éramos un muy tu y muy yo, ese nosotros que murió, pero como en cualquier muerte, una vez superado el duelo queda sólo la esencia y el renacimiento de OTRO TU y OTRA YO...esos dos quizás más experimentados, o algo más escarmentados, tal vez ahora seamos más cobardes, ...y me paro a pensar...quizás ese fue el resultado de la ecuación TU y YO, formar ese NUEVO TU, y esa NUEVA YO.
Otro tu que volvió a creer en otro yo...
Otra yo que volvió a creer en otro tu...Pero ese otro tu con otra yo; y esa otra yo, con otro tu ¿construyeron un nosotros?. Puede que con la muerte de TU y YO, también cambió el concepto Nosotros; ese también es nuevo, es más amplio, más extenso y menos personal...incluso muchas veces muy singular...
El resultado de la ecuación TU y YO no se podía resolver sólo con TU y YO había más incógnitas que entraban en juego, que solo las pudimos despejar matando el NOSOTROS..
Nacer para morir ...¿esa es la base?
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